Trabajar para desarrollar modelos de producción más sostenibles es una meta en la carrera de multitud de empresas industriales. Durante años, los procesos se han optimizado y han virado hacia prácticas más responsables, a la par que rentables. El proceso de fundición inyectada, por sus propias características, cuenta con un alto grado de sostenibilidad, resultado de unir características como su reciclabilidad, durabilidad y rentabilidad, todas ellas sumadas a la innovación, clave en el desarrollo de nuevos procesos y materiales, como las aleaciones de zinc y el zamak.
Reducción de gases de efecto invernadero en la fundición inyectada
La fundición a presión, y más concretamente la fundición a presión de zamak, minimiza los gases de efecto invernadero y reduce las emisiones al aire, la tierra o el agua en comparación con alternativas de producción. Además, la refusión del zinc requiere sólo un 5% de la energía necesaria para producir zinc primario, ya que evita el paso de extracción.
Mayor reciclabilidad
La reciclabilidad, la capacidad de un material o producto para ser transformado en nuevos materiales, productos o recursos en nuevos ciclos de producción; aumenta la vida útil de un material gracias a su reutilización para el mismo o un nuevo fin. La reciclabilidad del zamak hace que pueda ser reintegrado de forma eficiente sin perder propiedades o calidad.
Hablar de reciclabilidad es hablar de reducción en la demanda de recursos naturales, por ello la inyección de zamak se sitúa como una gran opción. Desde Jegan, como fabricantes de zamak, implementamos procesos que nos permiten reciclar y reutilizar el material proveniente de desechos y piezas defectuosas, reduciendo así la demanda de nuevos recursos, al mismo tiempo que minimizamos la generación de residuos.
Material zamak: durabilidad y rentabilidad
Alargar la vida útil de los productos pasa también por encontrar procesos y materiales con una mayor durabilidad, como el zamak. Reducir los reemplazos frecuentes reduce también la necesidad de producción recurrente. Por ello, optar por el zamak o las aleaciones de zinc para la fabricación de piezas en sectores como el de automoción, la iluminación o cerrajería es valerse de un material de mayor durabilidad gracias a propiedades como su resistencia al desgaste y a la corrosión.
Además, la durabilidad se traduce en rentabilidad medioambiental, pero también económica, ya que la optimización de procesos y la eficiencia en el uso de recursos contribuyen a una operación más rentable.
Jegan, fabricantes de zamak, innovación y compromiso con las normativas
Mejorar los procesos y dar con materiales que reduzcan el daño medioambiental requiere un compromiso con la innovación y una inversión constante en investigación y desarrollo. Compromiso que se muestra en las prácticas de Jegan, capaces de adoptar mejoras en los procesos, implementar tecnologías más limpias o sistemas de gestión más eficientes.
Jegan no solo cumple con todas las normativas ambientales locales e internacionales, sino que también se esfuerza por superar estas expectativas. Tanto es así que el 100% de la energía que se consume en Jegan llega de orígenes renovables, como de la energía eólica o de la energía solar. Además, el proceso de fabricación de Jegan cuenta con el registro de la Huella de Carbono del Ministerio de Transición Ecológica (MITECO), un logro significativo en la implementación de estrategias responsables para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
A través de prácticas sostenibles, Jegan no solo garantiza productos de calidad para diversos sectores, sino que también contribuye activamente a la economía circular. Este enfoque sostenible no solo es una necesidad ambiental, sino también una estrategia de producción rentable para nosotros mismos y para nuestros clientes.
Si deseas profundizar en el tema, contáctanos, y síguenos en Linkedin para no perderte más información sobre el material zamak, la inyección de zamak y sus aplicaciones y ventajas.
