¿Zamak o zamac? ¿Cuál de las dos es correcta?
La internacionalización de la industria hace necesario que muchos de los términos que se utilizan en el día a día de trabajo sean el resultado de adaptaciones de palabras de otros idiomas, como el inglés o el alemán. Esto sirve para facilitar la comunicación y evitar errores que provengan de una traducción incorrecta; además de agilizar los procesos entre empresas en diferentes países. Esta tradición no evita las discordancias en el 100% de los casos y uno de los ejemplos que se encuentran en el lenguaje industrial es el zamak.
¿“Zamak" o "zamac"? Ambos se refieren a la misma aleación, pero con diferentes formas de escritura. ¿Cuál es la correcta? La respuesta corta es que ambas son correctas. Como en Jegan somos especialistas en fundición a presión de zamak, compartimos contigo la respuesta larga. Sigue leyendo y descubre por qué tanto zamak como zamac son correctas y más información importante sobre esta aleación de zinc.
Zamak y zamac, ambas pueden ser correctas
El zamak es una familia de aleaciones de zinc con elementos de aluminio, magnesio y cobre. Su nombre proviene del acrónimo alemán "ZAMAK" (Zinc, Aluminium, Magnesium, Kupfer). Estas aleaciones son muy apreciadas en la industria de la fundición a presión por su alta precisión, durabilidad y facilidad de moldeo. La versatilidad del zamak permite su uso en una amplia variedad de aplicaciones, desde componentes automotrices hasta piezas de electrodomésticos y artículos de decoración.
La diferencia en la escritura de "zamak" y "zamac" radica principalmente en la traducción y adaptación lingüística. "Zamak" es la forma más utilizada en Europa y se deriva del acrónimo alemán, mientras que "zamac" es más común en países de habla inglesa. Ambas formas son correctas y reconocidas en la industria, por lo que elegir una u otra depende del contexto y de las preferencias locales.
El zamak y la calamina
Si nos remontamos atrás en la historia, todavía podemos encontrar una palabra más para referirnos a esta aleación de zinc. En algunos contextos históricos y geográficos, el zamak también se conocía como calamina. Este término se utilizaba para referirse a una mezcla de zinc con otros metales, especialmente antes de que las aleaciones de zinc se desarrollaran y estandarizaran como lo están hoy. Aunque el término "calamina" ha caído en desuso en la industria moderna, es interesante notar cómo el conocimiento y la terminología han evolucionado hasta llegar al zamak que conocemos hoy.
Ventajas del zamak frente a otros materiales
Una de las principales ventajas del zamak es su excelente capacidad de fundición, ya que, comparado con otros materiales como el acero o el aluminio, el zamak tiene un punto de fusión más bajo, lo que facilita su moldeo y permite la creación de piezas con detalles finos y complejos. Además, el zamak ofrece una excelente resistencia mecánica y a la corrosión, lo que lo hace ideal para componentes que requieren durabilidad y precisión.
Otra de las ventajas significativas del zamak es su reciclabilidad, lo que lo convierte en un material sostenible. Asimismo, su proceso de fabricación es eficiente y genera menos desperdicio, contribuyendo a la reducción del impacto ambiental. Finalmente, su capacidad para ser recubierto con diferentes acabados superficiales permite una gran versatilidad en aplicaciones estéticas e industriales.
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