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Vibrado, granallado, mecanizado y tratamientos superficiales: segundas operaciones para piezas de zamak

La fundición a presión de zamak es un proceso que produce piezas de alta precisión con una excelente combinación de durabilidad, resistencia y capacidad de detalle. Sin embargo, después de la inyección inicial, es común que las piezas requieran segundas operaciones para mejorar su acabado, funcionalidad y estética. Estas operaciones secundarias son clave para ajustar los detalles finales de las piezas y asegurar que cumplan con las exigencias específicas de cada aplicación y cada sector.

En este artículo, explicamos en detalle algunas de las segundas operaciones más comunes aplicadas a productos de zamak, tales como el vibrado, granallado, mecanizado y los tratamientos superficiales. Si tu empresa necesita piezas de zamak con características personalizadas, las siguientes operaciones pueden garantizar que se obtengan los resultados deseados en términos de acabado y rendimiento.

Vibrado: eliminar rebabas y mejorar la apariencia

El vibrado es una de las primeras operaciones secundarias que se realizan tras la inyección. Durante el proceso de fundición, pueden aparecer pequeñas rebabas en los bordes o superficies de la pieza, que deben eliminarse para mejorar tanto la funcionalidad como la estética del producto. El vibrado consiste en colocar las piezas de zamak en un recipiente con medios abrasivos, generalmente compuestos cerámicos o metálicos, y hacer vibrar el conjunto.

El movimiento de vibración permite que los chips cerámicos de distintas formas, dependiendo de la pieza, desgasten las rebabas y pulen la superficie de la pieza, resultando en un acabado más suave y uniforme. Esta operación no solo mejora la apariencia, sino que también prepara la pieza para operaciones posteriores, como el tratamiento de superficies o el mecanizado. El vibrado es especialmente útil cuando se requiere que las piezas de zamak tengan un acabado uniforme sin alterar las características dimensionales de precisión alcanzadas durante la inyección.

Granallado: refinando la superficie

El granallado es una operación clave en la mejora de la superficie de las piezas de zamak. Similar al vibrado, tiene como objetivo eliminar imperfecciones superficiales, como rebabas o pequeñas irregularidades, pero utiliza un método diferente. En este proceso, se lanza un chorro de granalla de acero, vidrio o algún otro material abrasivo a alta velocidad sobre las piezas.

Este impacto de granalla alisa y refina la superficie, creando un acabado mate o texturizado que mejora tanto la estética como la adherencia de tratamientos superficiales adicionales, como pintura o recubrimientos. El granallado es ideal para piezas que requieren una superficie uniforme y preparada para recibir acabados posteriores, o para aquellos productos que necesitan una mayor resistencia superficial, ya que el proceso también fortalece la capa externa del material.

Mecanizado: creación de detalles funcionales

Aunque la fundición a presión de zamak puede crear piezas con detalles complejos y alta precisión, en ocasiones es necesario realizar operaciones adicionales de mecanizado. Estas operaciones incluyen la creación de agujeros, ranuras, roscados u otras características específicas que no se pueden lograr fácilmente durante la inyección.

El mecanizado es un proceso de eliminación de material que se realiza con herramientas especializadas, como fresadoras o tornos, y garantiza que las piezas de zamak cumplan con requisitos dimensionales y funcionales específicos. En muchos casos, el mecanizado es necesario para adaptar las piezas a su ensamblaje final o para añadir características adicionales que aumenten su rendimiento en aplicaciones específicas. Estas operaciones también permiten una mayor flexibilidad en el diseño, ya que las piezas pueden ser modificadas después de la fundición para ajustarse a las necesidades cambiantes de los proyectos.

Tratamientos superficiales: protección y estética

Una vez que las piezas han sido vibradas, granalladas y, si es necesario, mecanizadas, el paso final en muchas aplicaciones es la aplicación de un tratamiento superficial. El zamak es un material que se presta bien a una amplia variedad de acabados superficiales, lo que permite ajustar tanto la apariencia como las propiedades de protección de las piezas.

Entre los tratamientos más comunes está la pintura, que puede aplicarse mediante pulverización, inmersión o electroforesis. Estos métodos permiten una cobertura uniforme y duradera, protegiendo las piezas contra la corrosión y mejorando su resistencia al desgaste. La pintura no solo ofrece una capa de protección, sino que también permite crear acabados estéticos variados, desde colores vibrantes hasta texturas específicas.

Otros tratamientos superficiales incluyen el cromado, niquelado o recubrimientos en polvo, todos diseñados para mejorar tanto la apariencia como la funcionalidad de las piezas de zamak en su uso final. Estos tratamientos son esenciales en sectores donde la resistencia a la corrosión y la durabilidad son críticos, como en componentes electrónicos o piezas de automoción.

Jegan: fabricación de piezas de zamak para diversos sectores

En Jegan, no solo nos especializamos en la fundición a presión de zamak, sino también en la aplicación de segundas operaciones para asegurar que cada pieza cumpla con los más altos estándares de calidad y precisión. Desde el vibrado y granallado, hasta el mecanizado y los tratamientos superficiales, contamos con la experiencia y tecnología necesaria para ofrecer productos optimizados para tus necesidades.

Si deseas conocer más sobre cómo las segundas operaciones pueden mejorar la calidad y funcionalidad de tus piezas de zamak, te invitamos a seguirnos en LinkedIn o a ponerte en contacto con nosotros. En Jegan, estamos comprometidos con la entrega de soluciones personalizadas y de alto rendimiento para cada proyecto.